Apenas Macri y Conte finalizaron sus discursos, Infantino se acercó a saludar al Presidente y, como si fuera una broma de destino, justo en ese momento el Tribunal de Disciplina de la Conmebol desestimaba la presentación de Boca y fijaba que el segundo partido final se jugará el 9 de diciembre en el estadio Santiago Bernabéu, en Madrid.

Las pocas personas que los rodeaban tienen versiones encontradas sobre lo que se dijeron. Según algunos de los consultados, Infantino le pidió disculpas a Macri “por el papelón y el mal manejo de si se iba a jugar o no”. Mientras que otro de los testigos de la conversación aseguraron que se trató de un diálogo “social y afectuoso”.

La decisión de la Conmebol el tema del encuentro en el que estuvieron gobernadores, legisladores y empresarios. Tanto fue así que apenas se conoció la resolución, dos funcionarios de la Casa Rosada, fanáticos de River, se abrazaron para celebrar.