“La gente está siempre más adelante que la dirigencia. En su mayoría está convencida, sabe que hay que parar esto, y la forma es volver a la cuarentena”, coincidieron ante LA NACION desde dos de los despachos más importantes, ambos cercanos al del Presidente, pasado el mediodía. “En principio anduvimos bien, con los problemas lógicos”, agregó un funcionario leal al Presidente, en referencia a las aglomeraciones e incidentes en los accesos a la ciudad de Buenos Aires, donde en uno de ellos, Sergio Berni fue protagonista.

El jefe de gabinete, Santiago Cafiero, conversó con su par de Transporte, Mario Meoni, quien le informó sobre la merma en la cantidad de pasajeros del transporte público. Desde la Ciudad de Buenos Aires reportaron desde temprano y hasta el mediodía un 37 por ciento menos de circulación en las autopistas, un 2 por ciento menos de circulación en los subtes, un 11 por ciento menos en los colectivos y un 19 por ciento de merma en la cantidad de gente que circuló en los trenes interurbanos. Fueron los datos que llevaron tranquilidad a los funcionarios que rodean al Presidente, atentos a la puesta en marcha de las nuevas medidas.

Desde el despacho de Cafiero coincidieron en que la baja de más de la mitad de los permisos de circulación (hay habilitados poco más de dos millones, sobre los más de cinco que llegaron a estar vigentes) influirá en de manera positiva en la lucha por reducir los contagios. “Tenemos un promedio de permisos para el AMBA que es un 50 por ciento menor de acuerdo a la semana pasada. Un total de permisos de trabajo de dos millones, más una serie de permisos especiales que es inferior a 150 mil”, dijo la secretaria de Innovación Micaela Sánchez Malcom, a radio La Red.

En el Gobierno destacaban la “racionalidad” del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y del gobernador bonaerense Axel Kicillof, y lo diferenciaban de las “ideas locas” como la del exgobernador de Mendoza Alfredo Cornejo, quien propuso “independizar” a su provincia por la “discriminación” del poder central. “A Larreta lo aprietan para que diga que después del 17 salimos todos a tomar cerveza. Por suerte, él les pone límites”, graficó una fuente oficial. Desde el gobierno de Kicillof también destacaban la “buena coordinación” de las tres administraciones en el inicio de las nuevas limitaciones a la circulación.

“El objetivo, de acá al 17, es que la gente se quede en su casa”, insistió un miembro del gabinete nacional. Y destacó que “ya no hay parámetros” en el Exterior que permitan pensar en una estrategia diferente. “Israel, Corea, Alemania, todos tuvieron que dar marcha atrás y cerrar. Hasta Perú, que era un ejemplo, hoy nos pide respiradores que no les podemos dar”, agregó una alta fuente oficial en defensa de la estrategia.