Rogelio Frigerio: «Si el empresariado lo puede pagar, el 25% nos parece un buen acuerdo»

«Si estos acuerdos logran mejorar el poder de compra o que el salario no pierda el poder de compra frente a la inflación, para nosotros es una muy buena noticia», reconoce Frigerio en su oficina de la planta baja de la Casa Rosada. La cuenta es simple: la imagen del Presidente está atada al poder adquisitivo del salario.

A cargo de la difícil negociación con los gobernadores para la conformación del presupuesto, Frigerio admite que las «consecuencias de la crisis cambiaria de la economía real se están sintiendo ahora» y, en clave electoral, plantea uno de los desafíos más grandes que tiene el Gobierno, recuperar la confianza de la sociedad. «Es imprescindible», asegura.

– ¿Ya comenzó las reuniones con los gobernadores para empezar a trabajar en el presupuesto?

-Sí. En realidad, en esta etapa nosotros entendemos que están dadas las condiciones para hacer una convocatoria más amplia a toda la dirigencia de la Argentina.

– ¿A qué se refiere con más amplia?

-A la dirigencia que tenga responsabilidad en políticas públicas, ya sea a nivel nacional, provincial y municipal. También a los empresarios y a los representantes de los trabajadores para ver si podemos trabajar en acuerdos para el desarrollo nacional.

– ¿Con qué plazos trabaja?

-No hay plazos. Hay cosas que tienen más urgencia, como el presupuesto, que hay que enviarlo en septiembre al Congreso y para eso necesitamos un acuerdo que ahora cobró más relevancia por los compromisos que asumimos con aquellos que nos están financiando el camino gradual. El presupuesto tiene una connotación especial, en función de los compromisos que asumimos.

-El Gobierno plantea un escenario de ajuste para este año y el próximo. ¿Qué más lleva a la mesa de negociación?

-No es así, el diálogo no está circunscripto al ajuste. El diálogo tiene que servir para ponernos de acuerdo con los problemas que todavía siguen pendientes. Muchos de los problemas que heredamos del gobierno anterior los resolvimos, pero hay otros que todavía tenemos que solucionar. Necesitamos llegar a acuerdos con la oposición.

– ¿Qué análisis hace de la medida de fuerza tomada por la CGT?

-Como con los dirigentes de la oposición, hay actitudes distintas.

– ¿A qué se refiere?

-Hay gente que muestra signos de querer cooperar y generar gobernabilidad y también están los que se han puesto decididamente en la vereda de enfrente oponiéndose a todo. Pero tres paros en menos de tres años no me parecen significativos si lo comparamos con los gobiernos de Alfonsín , Cristina [Kirchner ] o De la Rúa . Si uno analiza cuáles han sido los fundamentos de cada uno de estos paros, cuesta encontrar una causa concreta.

-Moyano alcanzó una paritaria de 25% y elevó el piso de las negociaciones. ¿Podría convertirse en el nuevo piso para los acuerdos?

-Creemos en las paritarias libres. Si los acuerdos logran mejorar el poder de compra o que el salario no pierda el poder de compra frente a la inflación, para nosotros es una muy buena noticia. Además, si el empresario lo puede pagar, el punto de referencia de 25% nos parece un buen acuerdo.

– ¿Cómo continuará el diálogo el día después?

-Va a seguir… Nosotros tenemos responsabilidades enormes, no podemos detenernos en estas cuestiones.

-A lo largo de estos seis meses, el Presidente aseguró en varias oportunidades que «lo peor» había pasado y el país cayó en una crisis cambiaria que aún persiste. ¿Usted qué cree?

-La economía es muy vulnerable, lo peor aún no pasó. Es vulnerable porque, entre otras cosas, es una economía con alto déficit fiscal, que necesita de los mercados externos para su financiamiento o que necesitaba porque ahora con el acuerdo con el Fondo resolvimos esa necesidad hasta el final de nuestro gobierno.

-En el primer trimestre la economía mostraba signos de recuperación, bajó la pobreza y la inflación estaba contenida. Hoy todos esos indicadores están peor. ¿Qué pasó?

-La economía es muy vulnerable, tan vulnerable que nosotros veníamos de siete trimestres consecutivos de crecimiento a tasas comparadas con otros países. También con crecimiento en el nivel de empleo, de reservas y una reducción de la pobreza.

-Sí, pero ahora, según el Presidente, la inflación del año rondará el 30%, mayor a la del año pasado; la pobreza crecerá y la desocupación aumentó un 2%. ¿Qué es lo que más le preocupa?

-Esto es día a día. Si nosotros cumplimos con lo que nos comprometimos a hacer, probablemente empecemos a disminuir este nivel de vulnerabilidad de la Argentina. Las consecuencias de la crisis cambiaria en la economía real se están sintiendo ahora, probablemente esto lleve un tiempo más hasta que la economía recupere el sendero de crecimiento que teníamos antes.

– ¿Qué pasará con la obra pública?

-El Presidente tiene clara conciencia de que lo que realmente le cambia la vida a la gente son las obras de infraestructura y por eso decidió y nos dio la orden de llevar adelante en su gobierno el plan de infraestructura más ambicioso de la historia. Vamos a hacer todos los esfuerzos posibles para que sigamos con este nivel de obras, esperamos también que las provincias que ahora tienen más recursos nos acompañen cada vez más.

-La imagen positiva del Gobierno está en su punto más bajo desde que asumieron. ¿Cómo piensan recuperar la confianza perdida?

-Yo creo que es así, que perdimos una parte de la confianza que teníamos en la sociedad que es imprescindible recuperar. Tenemos que recuperarla haciendo las cosas bien, minimizando el impacto de la crisis cambiaria y estando cerca de los vecinos. Equivocarnos lo menos posible también forma parte de nuestra responsabilidad.

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