Según publicó el diario La Nación, el Gobierno nunca había quedado tan en evidencia como con el debate sobre una posible suba de la alícuota para los pasajes al exterior. «Hay que tomar decisiones para acelerar el camino a la convergencia fiscal, pero no estamos frente a una crisis estructural ni mucho menos», dijo el jefe de Gabinete, Marcos Peña , en declaraciones radiales, poco antes de aclarar que «está sobre la mesa» y por «consejo de algunos economistas» la suba de la alícuota en los pasajes al exterior, actualmente en el 7 por ciento.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, fue terminante horas después. «No veo una contradicción [con Peña], no creemos que vayamos a resolver la vida de los argentinos aumentando los impuestos», afirmó el coordinador del gabinete económico, aunque poco después afirmó: «No está bajo estudio aumentar la alícuota de ningún impuesto en la Argentina».
El propio Peña, horas después de su declaración, escribió por Twitter: «Lo único que dije es que hay sectores que creen que ese impuesto debería ser más alto. Y eso es lo que dije, que está en la mesa junto a muchas otras propuestas que se discutirán en el marco del debate presupuestario». Durante la jornada, y a diferencia de las declaraciones del titular de Hacienda, cerca de Peña aclaraban que el tema estaba «bajo análisis», aunque distinguían entre la suba de la alícuota y la creación de nuevos impuestos, «cosa que no vamos a hacer».
De todos modos el hecho fue inédito: nunca se había producido semejante contrapunto entre quienes hoy probablemente son las figuras más influyentes del gabinete.
Al igual que los pasajes al exterior, también la acordada baja progresiva de las retenciones (0,5 por ciento por año) estuvo (o está) en la mira de la «tijera» del ministro de Hacienda. Tan fuerte fue el rumor, corroborado en varios ministerios, que el propio Macri reunió ayer a la Mesa de Enlace en la Casa Rosada para desmentir que hubiera una contraorden en ese sentido. «El Presidente ratificó el rumbo, el cronograma sigue tal cual está, el tema retenciones Argentina lo tiene que superar, perjudica el impulso exportador para que entren más divisas al país», afirmó luego de la reunión Dardo Chiesa, titular de CRA.
Otras medidas de ajuste estuvieron en la discusión de la mesa chica del Gobierno, sin una decisión tomada en concreto, como el anunciado cronograma extendido en el pago de las tarifas de luz y gas. También se desmintió que el recorte acordado con el FMI incluya la obra pública, uno de los puntales de la reactivación que el Gobierno cree posible hacia fines de año. Esta decisión parece, también, ser modificable.
«Algo de obra pública vamos a tener que tocar, los números no cierran de otro modo», explicó a la nacion uno de los ministros que participaron de la reunión del gabinete económico que encabezó Dujovne anteayer, en la que se fijó la imposibilidad de contratar nuevo personal y de promover nuevos gastos en el Estado hasta el cierre del presupuesto del año que viene. La decisión de ajustar también las obras públicas es resistida por el «ala política», en la que sobresale el ministro del Interior, Rogelio Frigerio (a cargo de buena parte de las obras), pero también los gobernadores de Pro María Eugenia Vidal (provincia) y Horacio Rodríguez Larreta (ciudad de Buenos Aires), que piensan no solo en sus gestiones, sino también en las elecciones del año que viene.
Ambos vienen discutiendo con Dujovne el traspaso de algunos gastos que el Estado quiere sacarse de encima -la subdivisión de AySA, por ejemplo- y que pasen a las jurisdicciones bonaerense y porteña. Las ya lanzadas discusiones con el PJ de cara al presupuesto 2019 chocan con el pedido de los gobernadores de ese partido de postergar la rebaja de Ingresos Brutos, proyectada en el Pacto Fiscal. «No se puede suspender una ley, es de país bananero», contestaron desde un despacho importante de Balcarce 50.
El decreto de ajuste de personal, que estaría publicado en el Boletín Oficial, según fuentes de Hacienda, vino acompañado de una orden que bajó a cada ministerio, muy ilustrativa de los tiempos que vienen. «No aceptan nuevos CUIT, persona que se va, persona que no se reemplaza», comentaba un alto funcionario a la nacion en la Casa Rosada, donde ayer el clima era de relativa calma, luego de la segunda baja consecutiva del dólar. Las difíciles decisiones de ajuste siguen en debate.
Los temas que generaron oscilaciones
Recorte de obras públicas
Fue el primer ajuste que anunció Dujovne, cuando ni siquiera se había firmado el acuerdo con el FMI. Dijo que se reducirían en $30.000 millones. Otros ministros afirmaron en reserva que Macri bajó la indicación de que la obra pública no se frenaba.
Subas tarifarias
Cuando asumió Javier Iguacel en Energía, el Presidente le pidió que explorara un cronograma más flexible que el que tenía su antecesor, Juan Aranguren. Lo mismo pasó con los precios de los combustibles. Finalmente terminó confirmando el esquema original.
Retenciones al campo
La posibilidad de postergar por un tiempo la baja de los impuestos a la soja es una medida que Dujovne admitió estar evaluando si los recortes no alcanzaban. El ministro de Agroindustria, Luis Etchevehere, presionó en público y Macri se inclinó en este sentido. Ayer lo ratificó ante la Mesa de Enlace.
El impuesto en los pasajes
Fue el episodio que se desató, cuando Marcos Peña dijo que estaba en análisis la posibilidad de subir el gravamen como un modo de desalentar la salida de dólares. Un rato después el propio Peña trató de minimizar sus palabras. Por la tarde, Dujovne fue mucho más tajante y dijo que no se estaba evaluando una medida en ese sentido.