El Gobierno no logra superar las «turbulencias» económicas y anticipa meses negativos

El Gobierno no logra cerrar el capítulo de la «turbulencia» económica y anticipa varios meses con indicadores negativos. Un dato significativo es que desde la firma del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), hace poco más de dos meses, no logró resolver ninguno de los problemas más graves de la maltrecha economía.

«Hay que entender que no hay soluciones mágicas, que no es de un día para el otro que se soluciona un problema de hace un siglo, como es el déficit fiscal o la inflación. Son temas que vienen de mucho tiempo atrás y que hace dos años y medio estamos encarando la infraestructura institucional y económica para ir solucionándolos», se defendió el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en una entrevista exclusiva con LA NACION.

Cerca del presidente Mauricio Macri advirtieron que no hay otro camino. En ese sendero se destaca la presentación del presupuesto para el año próximo. Con el objetivo de alcanzar el 1,3% de déficit fiscal el año que viene, meta que la administración de Mauricio Macri acordó con el FMI, el Gobierno recortará unos 200.000 millones de pesos, mientras que los gobernadores deberán afrontar una rebaja de otros 100.000 millones de pesos.

La negociación con los mandatarios provinciales está «avanzada», aseguran con optimismo en Balcarce 50, a pesar de las declaraciones públicas más escépticas de algunos gobernadores. Al menos con la mayoría; solo tres provincias presentan diferencias casi insalvables: La Pampa, San Luis y Chubut. Y en menor medida, Santa Fe.

Mientras tanto, en el Gobierno, Nicolás Dujovne avanza con el plan de recorte. Como adelantó Clarín, el ministro de Hacienda ya les avisó a sus pares que las partidas presupuestarias que no fueron ejecutadas hasta el momento ya no se podrán utilizar.

Esta decisión, que generó malestar en algunos integrantes del gabinete, fue validada por el Presidente.

«A nadie le gusta que le toquen el bolsillo. Dujovne hoy es el malo de la película, pero que quede claro que el recorte les va tocar a todos», describieron fuentes oficiales.

Incluso, algunos ministerios como Agroindustria, Producción, Educación y Cultura verán seriamente afectados sus presupuestos el año próximo. Incluso el Ministerio del Interior, a cargo de Rogelio Frigerio, tendrá un ajuste importante, según adelantaron desde Hacienda.

Todo esto se sumará al recorte de bienes y servicios que ya atraviesa a la administración pública en general. «Hicimos una reducción drástica», aseguraron cerca de Dujovne. Además, se aceleró la convergencia al equilibrio fiscal de las empresas del Estado y, por ejemplo, se espera que el año que viene el PAMI, histórico agujero negro, termine el año con superávit por primera vez en años.

A eso se sumó en las últimas dos semanas el escándalo que provocó la investigación de los cuadernos de la corrupción kirchnerista, que también impactó en la economía. Fuentes cercanas al jefe del Estado admitieron la «preocupación» por el efecto en las potenciales inversiones, pero especialmente siguen con atención cómo transcurre estas semanas la mayor empresa de la Argentina, Techint, involucrada en la causa que investiga el juez federal Claudio Bonadio.

«Este mes será malo, el próximo también. No hay recetas mágicas», dijo un hombre con acceso directo al despacho presidencial.

En la proyección que realizan en los principales despachos de la Casa de Gobierno, recién en octubre comenzarán las señales positivas; la principal apuesta es la inflación.

Entre las recetas para aguantar el vendaval una de las principales respuestas que darán Macri y su equipo es la cercanía. «Vamos a estar muy cerca de la gente», anticipó una altísima fuente de la Casa Rosada.

El plan ya se puso en marcha. Es que ayer, con la atención dividida entre las revelaciones de los cuadernos de la coimas y la lluvia de empresarios arrepentidos en Comodoro Py, el Presidente aprovechó la oportunidad y se sumó al timbreo nacional de Cambiemos. Macri, que había faltado en la última recorrida, estuvo junto a la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal.

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