La decisión de la Corte de fijar el 18 de diciembre como fecha para resolver qué índice de actualización de haberes deberá usar la Anses para pagarles a los jubilados que ganaron juicios al Estado encendió las alarmas del Gobierno. Las cifras que se manejan en despachos oficiales alcanzan los $70.000 millones, aunque todo dependerá del alcance de la resolución.
El fallo de los cinco magistrados podría generar un efecto cascada en los 150.000 juicios que aún no tienen sentencia firme. En el Gobierno esperan que la Corte actúe con «responsabilidad» y que la sentencia sea «algo cumplible».
Lo ideal, confiaron fuentes oficiales, es que la Corte se expida en particular sobre el caso y pida al Poder Legislativo una nueva norma para definir cómo se liquidarán los haberes jubilatorios. Pese al escenario complejo, en la Anses admitieron que no es esperable una ola de juicios, a diferencia de lo que pasó en su momento con el caso Badaro.
«Esperamos un fallo responsable que no afecte las arcas públicas», dijeron fuentes oficiales.
En la Casa Rosada también siguen con atención la interna que se disparó en el alto tribunal con la llegada a la presidencia de Carlos Rosenkrantz, quien reemplazó a Ricardo Lorenzetti . Ese movimiento provocó un nuevo escenario, en el que asomó una nueva «mayoría peronista», como describió Julio Piumato, líder del gremio de los judiciales, a Lorenzetti, Horacio Rosatti y Juan Carlos Maqueda.
Aún está muy presente en la Casa de Gobierno el gesto que tuvo ese tridente hace una semana cuando le reconoció a La Pampa el derecho a no seguir aportando el 1,9% de la recaudación a solventar gastos de la AFIP. La resolución tomó estado público cuando Macri almorzaba en la Casa Rosada con Rosenkrantz y Elena Highton. El nuevo funcionamiento del tribunal es aún una incógnita para las espadas jurídicas del Presidente.
«Están jugando con fuego donde hay nafta. La Corte puede generar un caos», aseguró un hombre con acceso al despacho presidencial.
El problema, según definieron cerca del Presidente, es el efecto que un fallo en contra el Estado nacional podría desencadenar. Todo dependerá, en palabras de uno de los asesores de Macri, de cómo interprete el mercado esa decisión.
La crisis económica y financiera aún se siente con fuerza, pero la volatilidad cambiaria, que hasta hace un par de semanas era una constante, se estabilizó. La confirmación de que una nueva mayoría opositora al Gobierno se conformó en la Corte podría generar un nuevo escenario de inestabilidad. Ahí radica uno de los mayores temores.
El nerviosismo se extiende en los despachos oficiales y todos miran al Palacio de Tribunales. El recuerdo del pasado no genera optimismo. Cerca de Macri ayer recordaban «el regalo» que la Corte le hizo cuando faltaban 15 días para asumir: declaró inconstitucional la ley que descontaba a las provincias el 15% de la coparticipación para financiar la Anses.
