El objetivo de la medida es fomentar el ahorro en pesos y evitar que el exceso de liquidez presione sobre el dólar en sus distintas variables. Así, esta decisión se suma al endurecimiento del cepo dispuesto por el BCRA ayer, cuando estableció que las empresas que tienen activos líquidos originados en la formación de activos externos deberán disponer «primeramente de esos recursos para el pago de obligaciones comerciales con el exterior» (básicamente, pago de importaciones y otros compromisos) antes de volver a tener derecho a comprar las divisas en la plaza local. Dicho en sencillo, el objetivo es que para pagar importaciones las empresas usen primero sus ahorros en dólares y tienen que pedir permiso para acceder al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC).
La entidad lo informó en la Comunicación «A» 7027 aprobada por el directorio del BCRA y será efectiva a partir del 1 de junio de 2020 (es decir, desde el lunes). Alcanza a las entidades financieras del Grupo A, que representan casi la totalidad del sistema.
Esta medida «significa para los ahorristas, sin importar el volumen o razón social, una Tasa Nominal Anual (TNA) de 30,02% y una Tasa Efectiva Anual (TEA) de 35%», según informó el Central en el comunicado.
Además, aclaró, que el beneficio de la tasa mínima no estará disponible para las empresas que hayan accedido a las líneas de financiación a una tasa subsidiada del 24%.
La entidad monetaria que conduce Miguel Pesce también amplió la posibilidad a los productores agropecuarios de efectuar depósitos a tasa variable, ligados a la cotización del dólar.