Tras haber jurado como presidente ante la Asamblea Legislativa, Javier Milei se dirigió a la ciudadanía para explicar el estado del país que recibió del gobierno de Alberto Fernández y dio algunas definiciones sobre las medidas que tomará durante su mandato. “Ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros”, aseguró el flamante mandatario en las escalinatas del Congreso frente a la multitud que ocupó las calles para celebrar su asunción.
“No buscamos ni deseamos las duras decisiones que habrá que tomar en las próximas semanas, pero lamentablemente no nos han dejado opción. Sin embargo, nuestro compromiso con los argentinos es inalterable. Vamos a tomar todas las decisiones necesarias para arreglar el problema que causaron 100 años de despilfarro de la clase política, aun cuando al principio sea duro”, determinó el flamante mandatario.
Como primera medida, el líder de La Libertad Avanza determinó que “habrá un ajuste fiscal de 5 puntos del PBI que caerá sobre el sector público”. Puesto a que “no hay plata”, el nuevo Presidente hizo hincapié sobre la importancia de recortar los gastos estatales. “No hay alternativa al ajuste y al shock. Impactará de modo negativo sobre la actividad, el empleo, la cantidad de pobres e indigentes. Habrá estanflación, pero no es algo muy distinto a los últimos 12 años. Este es el último mal trago para comenzar la reconstrucción de la Argentina”, detalló.
En tanto, el economista remarcó: “No hay alternativa posible al ajuste. Tampoco hay lugar a la discusión entre shock y gradualismo. Todos los programas gradualistas terminaron mal, mientras que todos los de shock —menos el de 1959— fueron exitosos. Si un país carece de reputación, los empresarios no invertirán hasta que vean el ajuste fiscal”.