El BCRA cortó una maniobra que permitía a las empresas eludir trabas cambiarias

El BCRA (Banco Central de la República Argentina) modificó el esquema regulatorio del acceso al mercado oficial de cambios para el repago de capital de obligaciones negociables con liquidación en el exterior.

Lo hizo mediante la Comunicación “A” 8244, que amplió de seis a 18 meses el plazo mínimo que debe transcurrir entre la emisión de un título y la posibilidad de acceder al MLC (mercado libre de cambios) para el pago de vencimientos de capital. La nueva condición se aplica a títulos emitidos a partir del 16 de mayo.

La resolución se conoció días después de que el Banco Central interviniera para suspender la colocación de una emisión en dólares por parte del Banco Supervielle, una operación por 100 millones de dólares que incluía un tramo pagadero en el exterior y a seis meses de plazo. Según informó Bloomberg, la operación se había estructurado en dos series: una en pesos y otra en moneda extranjera, esta última con pago offshore a través de dólares de libre disponibilidad. El tramo en pesos se ejecutó, pero la autoridad monetaria contactó a los ejecutivos de la entidad y ordenó detener el proceso de colocación en moneda extranjera.

La decisión del BCRA cortó una operatoria que utilizaban empresas para acceder a divisas en un contexto de controles cambiarios todavía vigentes: el cepo se eliminó para personas físicas pero todavía rige para empresas que buscan girar dividendos y para deuda comercial del pasado.

Recientemente, compañías como Banco Galicia y Tarjeta Naranja habían concretado emisiones de deuda similares en semanas previas. Los títulos ofrecían una alternativa para que inversores corporativos, sin acceso directo al mercado oficial, compraran los bonos en pesos y cobraran dólares cable al vencimiento, a través de estructuras que incluían la intermediación de brokers.

En la misma línea, la consultora Outlier subrayó que la Comunicación “A” 8244 revierte parcialmente el proceso de relajación del cepo que el propio BCRA había impulsado semanas antes. “Se amplió el plazo mínimo requerido para el giro de divisas al exterior desde los seis meses actuales, anteriormente 12, a 18 meses desde la fecha de emisión”, indicó el informe. “Esta decisión representa un giro en sentido contrario al esquema de flexibilización de controles cambiarios anunciado a mediados de abril”, agregó la consultora, y remarcó que la autoridad monetaria busca “reservar para sí una parte relevante de la demanda regulatoria en moneda extranjera”.

Uno de los elementos centrales detrás del endurecimiento fue la posibilidad de que los instrumentos de deuda corporativa de corto plazo compitieran con los BOPREAL (Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre), que el BCRA diseñó como canal exclusivo para afrontar obligaciones vinculadas a stocks de deuda anteriores a la liberación del cepo para personas físicas. El organismo ya anunció el lanzamiento de la serie 4 de los BOPREAL, destinada a absorber demanda vinculada a dividendos no girados y deuda comercial previa al 12 de diciembre de 2023.

Al ofrecer a los emisores financiamiento en dólares a tasas muy bajas, las operaciones resultaban atractivas para compañías con necesidad de cobertura cambiaria o liquidez exterior.

La maniobra parece haber generado preocupación en el BCRA por el impacto sobre el mercado financiero y la estrategia cambiaria en curso. “No parecen querer dejar que estas emisiones les aceleren los procesos de dolarización, pero sobre todo que les quiten algo de demanda al BOPREAL, que permite calendarizar mejor esas últimas cuestiones que quedan pendientes del cepo”, indicó Juan Manuel Truffa, economista de Outlier sobre el razonamiento detrás de la decisión oficial.

Un mes antes de la Comunicación “A” 8244, el Banco Central había aprobado la Comunicación “A” 8226, que dispuso una serie de flexibilizaciones para el acceso al MLC, sobre todo en relación a flujos nuevos de comercio exterior y pagos financieros. Para personas humanas, eliminó el límite de 200 dólares mensuales y levantó restricciones asociadas a subsidios y empleo público. Para importadores, habilitó pagos inmediatos tras el despacho aduanero o el inicio de prestación del servicio, dependiendo del rubro, y redujo plazos para empresas vinculadas.

Sin embargo, las trabas sobre stocks anteriores al 2025 se mantuvieron vigentes, y en ese punto se concentró la estrategia del BCRA. La Comunicación “A” 8226 dejó en claro que la autoridad monetaria seguiría canalizando esas operaciones mediante la colocación de los BOPREAL, a ser adquiridos en pesos y utilizados para cancelar dividendos previos a 2025, deudas financieras con empresas vinculadas, y obligaciones comerciales anteriores al 12 de diciembre de 2023.

Volver arriba