El viernes habrá una reunión en la sede del PJ (Partido Justicialista) a nivel nacional, donde la hipótesis de ruptura da vueltas por todo el peronismo.
“Todo está raro. Hay un clima extraño y señales que no son muy positivas”. Con esa frase se sinceró en las últimas horas uno de los intendentes que forma parte del esquema más cercano a Cristina Kirchner. Esa sensación que le atraviesa el cuerpo es la misma que pasa por la cabeza de muchos otros dirigentes del peronismo. Tanto del cristinismo como del kicillofismo.
La falta de definiciones y el paso de los días genera cada vez más tensión sobre las negociaciones de unidad. Básicamente porque esos diálogos no tienen lugar. No existen. Hay llamados y mensajes cruzados para coordinar una reunión entre las tres patas principales: el MDF (Movimiento Derecho al Futuro), el cristinismo y el Frente Renovador. El problema es que no hay acuerdo.
“Hay un vacío de información y una falta total de coordinación”, se quejó un funcionario camporista. El peronismo se comunica a través de un teléfono descompuesto. En la última semana no lograron acordar un punto de encuentro. Un día, una hora y un lugar para empezar a negociar la estrategia electoral y las listas.
Este viernes habrá una primera reunión. Será a las 12, en la sede del PJ Nacional, y asistirán los presidentes de los partidos que integran UP (Unión por la Patria), los apoderados de los partidos y los que serían apoderados del nuevo frente electoral para las elecciones de medio término. Tiempo de formalidades.
En el encuentro estará el representante del Frente Grande, el partido que lidera el intendente de Ensenada, Mario Secco, uno de los más cercanos al gobernador bonaerense. Pareciera ser una tenue señal de acercamiento. La convocatoria fue hecha por el kirchnerismo y con un foco que no tenía que ver con lo electoral.
“En el marco de la campaña nacional Argentina con Cristina, este viernes el PJ PBA convocó a reunión en el PJ nacional para discutir acciones relacionadas a la condena ilegítima y proscriptiva contra CFK”, sostiene el comunicado en el que se detalla que estarán presentes representantes del Frente Renovador, Principios y Valores, Patria Grande, Kolina, Nuevo Encuentro y Frente Grande.
Enterado de la convocatoria, un funcionario provincial, que forma parte de todas las reuniones del MDF, se preguntó: “¿Hay gente que no llega a fin de mes y el eje de campaña va a ser Cristina libre? Es insólito». Acto seguido, reflexionó: “Si nosotros no queremos avalar esto, van a decir que somos unos traidores que no bancamos a CFK. Es todo una locura”.
Según explicaron en La Plata, no hubo ninguna invitación para que Kicillof envíe algún delegado al PJ. En el kirchnerismo aseguran que la convocatoria para la reunión con otros sectores del armado llegará en la tarde del viernes. “Hay que terminar con tantos caprichos. Si queres mandar a alguien, mandálo, que se siente en la mesa y listo”, se quejó una voz importante del massismo. Idas y vueltas que solo generan más confusión.
El lunes, en una entrevista televisiva, Kicillof convocó a un encuentro para este jueves. Hasta anoche no había confirmación oficial de que esa reunión se realizara. El Gobernador volvió a comunicarse con el intendente de Lomas de Zamora, Federico Otermín, tal como había hecho la semana pasada, y quedaron en realizar una reunión antes del fin de semana. El mandatario entiende que hay que pisar el acelerador y empezar a resolver la cuestión electoral.
En la reunión que se realizará en el PJ el próximo viernes, la intención es pasar en limpio lo vinculado a las cuestiones formales y legales de cada uno de los partidos. Los balances, los recursos y el financiamiento. El diseño del esqueleto. Después llegará el momento de lo estrictamente político y electoral. Por eso es extraña la forma en la que fue convocada.
El miércoles 9 de julio se vence el plazo para presentar alianzas. El peronismo bonaerense debe definir cómo se llamará el frente y si, finalmente, irán unidos o no bajo el mismo techo. Es la primer parada complicada que tiene el camino de la unidad peronista.
En el MDF especulan con la posibilidad de presentar un frente propio como resguardo de una posible ruptura en los diez días que separan la presentación de alianzas del cierre de listas. “Si hacen eso, muchos lo van a leer como una señal de ruptura”, admitió un referente del esquema que conduce CFK. En estos tiempos de interna, cada acción y cada palabra se miden en forma milimétrica.
El tiempo apremia. Esa es la realidad. Y si, por algún motivo, no hay acuerdo, el margen de acción para armar listas en los 135 distritos es muy pequeño. Además, tanto para el cristinismo como para el kicillofismo sería muy difícil armar una nómina en los distritos fuertes del conurbano donde hay intendentes que son parte del esquema adversario.
Más allá de la reunión del viernes, lo que debe esclarecerse es cuándo será el encuentro entre los representantes de cada sector. La mesa de los intendentes, que es donde se trabajará en delinear las bases del acuerdo y que servirá para acercar posiciones entre las partes. Ese encuentro, más político y operativo, aún no fue definido.