La minería del litio y el cobre acelera motores en el Norte

A más de un año de la reglamentación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), el norte argentino comienza a evidenciar la materialización de los anuncios en obras concretas. Las provincias de Salta, Jujuy y Catamarca cierran el 2025 con un nivel de actividad frenético en la Puna, donde tres nuevos proyectos de extracción de litio han entrado en fase de producción comercial y dos megaproyectos de cobre han iniciado la construcción de campamentos y caminos. La seguridad jurídica garantizada por el régimen, sumada a la libre disponibilidad de divisas para el giro de utilidades, ha sido el catalizador que destrabó desembolsos por más de US$ 5.000 millones en el último semestre.

El impacto en la economía regional es transformador y genera tensiones de crecimiento. La demanda de proveedores locales —desde catering y transporte hasta ingeniería civil— ha saturado la capacidad instalada de las pymes de la zona, obligando a las mineras a buscar contratistas en Córdoba y Santa Fe. Los salarios del sector, dolarizados en la práctica, generan una brecha de ingresos notable respecto al empleo público tradicional, modificando la estructura social de pueblos que hasta hace poco dependían exclusivamente del Estado.

Sin embargo, el desafío logístico persiste como el gran cuello de botella. La infraestructura vial y energética de la región no ha crecido al mismo ritmo que la inversión privada. Los cortes de ruta por reclamos de comunidades originarias, aunque menos frecuentes que en 2024 gracias a nuevos acuerdos de regalías, siguen siendo un factor de riesgo latente. El Gobierno Nacional promete acelerar las obras del Corredor Bioceánico en 2026 para facilitar la salida del mineral hacia los puertos del Pacífico, una pieza clave para reducir costos de exportación.

Para el Ministerio de Economía, la minería es la «segunda soja». Las proyecciones indican que en 2026 el complejo minero podría disputar el podio de generación de divisas, aportando los dólares genuinos necesarios para sostener el crecimiento sin depender del clima pampeano. La «Mesa del Cobre», conformada por los gobernadores y la Nación, busca replicar el éxito del modelo chileno, pero con un marco normativo que intenta evitar los conflictos ambientales del pasado.

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