El Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires lanzó un plan piloto para incorporar asistentes de Inteligencia Artificial (IA) en 50 escuelas secundarias públicas a partir de marzo. Se trata de plataformas adaptativas que funcionan como «tutores personalizados», ayudando a los alumnos a reforzar contenidos de matemáticas, física e inglés fuera del horario de clase, adaptándose al ritmo de aprendizaje de cada chico.
La iniciativa busca mejorar los índices de aprobación y preparar a los estudiantes para el mercado laboral del futuro. «No reemplaza al docente, lo potencia», aseguran las autoridades. Sin embargo, los sindicatos docentes han expresado su preocupación por la privacidad de los datos de los menores y el riesgo de deshumanizar la enseñanza.
Es el primer paso de una transformación profunda. Buenos Aires se convierte en pionera regional en el uso de IA educativa, abriendo un debate ético y pedagógico que recién comienza.
