«Siempre habrá una versión de Facebook que será gratis», dijo Zuckerberg, durante una audiencia conjunta del Comité Judiciario y el Comité de Comercio del Senado del Congreso de Estados Unidos, cuando un senador le preguntó si estaba considerando que los usuarios pagaran para no ver anuncios.
Zuckerberg negó además que Facebook fuera un monopolio -aunque no pudo nombrar un competidor directo-, o que venda información para publicidad o desarrollo de aplicaciones. Dijo que «decenas de miles» de aplicaciones que acceden a datos de usuarios quedarán en capilla, y se mostró permeable a adoptar controles de privacidad similares a los de Europa.
Afirmó que uno de sus mayores «arrepentimientos» es no haber identificado a tiempo la injerencia de Rusia en la última elección presidencial, y confirmó que Facebook «está trabajando» con el investigador especial del Rusiagate, Robert Mueller.