En septiembre, la construcción cayó 2,2% y la industria creció 1,1%, según el Indec

En septiembre, la construcción cayó 2,2% y la industria creció 1,1%, según el Indec

Dos sectores claves de la alicaída economía local reflejaron un contraste en sus performances en septiembre, respecto de agosto: mientras que la construcción cayó 2,2%, la industria creció 1,1%, una leve alza luego de dos meses consecutivos de caída. En tanto, como era de esperar debido a que la base de comparación coincide con malos meses

Dos sectores claves de la alicaída economía local reflejaron un contraste en sus performances en septiembre, respecto de agosto: mientras que la construcción cayó 2,2%, la industria creció 1,1%, una leve alza luego de dos meses consecutivos de caída.

En tanto, como era de esperar debido a que la base de comparación coincide con malos meses de un 2020 golpeado por el covid y su consecuente cuarentena, la cifra interanual exhibió avances en los dos casos: 12,4% en el primero de ellos, y 10,1% en el segundo.

Estos datos surgen del Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) y del Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI) que difundió hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), de los que también surge que en el acumulado de enero a septiembre de 2021 la construcción creció 42,6% y la industria avanzó 18,7%.

Desde el Ministerio de Economía destacaron que, en el caso de la construcción, si bien hubo una caída en la serie desestacionalizada -2,2% respecto a agosto, “la actividad se encuentra en un nivel 19,4% superior al de febrero de 2020 (pre-covid)”. Asimismo, señalaron que luego de las bajas de julio y agosto, con el crecimiento en septiembre de 1,1%, “el IPI se ubica 6,2% por encima del nivel pre-covid de febrero del año pasado”.

Para Gabriel Caamaño, economista de Consultora Ledesma, la construcción sigue con un comportamiento en “serrucho”, porque hace las recuperaciones después de que se terminan los cierres. Había llegado a un máximo en enero y a partir de ahí había caído; después llegó a otro máximo en julio y a partir de ahí tuvo dos caídas fuertes. En realidad es como que se estabilizó en este nivel de actividad que está en un promedio entre el primer semestre de 2019 y el segundo. Es cierto que cuando la brecha crece mucho, eso es como un anabólico para el sector, pero eso ocurrió más el año pasado”, explicó el economista.

Natalia Motyl, economista de la Fundación Libertad y Progreso, señaló que la construcción comenzó a estancarse ya en marzo de este año. “Todavía muchos proyectos iniciados a principios del año se encuentran paralizados y en octubre se espera que recién comience a reactivarse. Juegan factores internos como las medidas restrictivas que afectaron el segundo trimestre, la inestabilidad económica y la dificultad de acceder a insumos del exterior”, afirmó.

Con vistas a lo que viene, Motyl, opinó que, si se mantienen las restricciones cambiarias para controlar el dólar, la actividad se enfriará en los próximos meses. “Inclusive, los insumos nacionales para la construcción tienen algún componente importado por lo que hay un grave problema en toda la cadena”, agregó.

En el caso de la industria, Caamaño remarcó que se recuperó tras dos meses malos, que en conjunto sumaron más caída que la recuperación de ahora, pero en octubre ya van a pegar fuerte las restricciones a las importaciones, lo que llevó a complicaciones en las líneas de producción. “Lo más probable es que, si esto no se resuelve, va a impactar negativamente en el IPI de octubre. Al igual que la construcción se estabilizó en un nivel similar al precovid de 2019. Sin embargo, aún está por debajo de los niveles de 2018″, señaló el economista.

Motyl opinó que la producción industrial supera inclusive los niveles prepandémicos, pero aclaró que eso se debe a que este es un año de rebote y que aún no hay indicios de que se consolide un avance. “Era lógico que, luego de flexibilizar las medidas restrictivas, se produjera una variación positiva en términos anuales, y que muchos sectores produjeran por encima de sus niveles normales para abastecer los stocks que habían perdido en 2020. Sin embargo, no se observa ningún fundamento de que se presente una tendencia”, expresó.

Según subrayó Motyl, todavía la producción está en niveles más bajos que en 2017/2018 y en 2022 se espera una nueva recesión a partir del segundo trimestre, con una caída económica en 2023. “La Argentina necesita urgente una reforma laboral, bajar las regulaciones y los impuestos para que el sector productivo industrial pueda salir del estancamiento”, dijo.

El economista Camilo Tiscornia, director de C&T Consultores, comentó que tanto en la industria como en la construcción, sigue viendo lo mismo que observaba el mes pasado. “Lo que sucedió es que después de la caída por el covid en abril y mayo, y la posterior recuperación con las aperturas, oscilan en un nivel bastante parecido”, indicó.

Asimismo, el economista analizó que estos dos sectores ya no son los más dinámicos de la economía. “Cuando vas al dato del PBI, se ve que hubo un crecimiento importante en agosto, por más de que industria y construcción habían caído en ese mes. Evidentemente, está habiendo más dinamismo en otros sectores, como hoteles y restaurantes, y comercio, que se están viendo beneficiados con las reaperturas de las restricciones impuestas por el Covid”, destacó.

Posts Carousel