Un jubilado que este mes tiene un haber bruto de $125.000 cobra, descontado el aporte al PAMI, $120.124. Otro jubilado, en este caso con un haber mínimo, de $87.459,76, recibe efectivamente $121.836, si accedió a su beneficio a través de una moratoria (y ya saldó las cuotas de la deuda que declaró tener con el Estado), o algo más de $130.000, si se jubiló tras reunir durante su vida laboral al menos 30 años con contribuciones. En este último caso, que abarca a un grupo minoritario entre quienes tienen el ingreso básico -según datos publicados por la Secretaría de Seguridad Social, 97% de las prestaciones que equivalen a la mínima fue obtenida por moratoria, a falta de aportes-, rige una cláusula legal, por la cual se cobra un extra que garantiza que el haber propiamente dicho no sea inferior al 82% del salario mínimo.
Es decir, alguien con un ingreso previsional que, dado lo que aportó en su vida laboral, es un 43% más alto que el mínimo, percibe menos dinero que quien tiene ese ingreso básico. La distorsión descripta es una muestra de los efectos de las políticas discrecionales del Gobierno que impactan en el sistema previsional general gestionado por la Anses.
El pago de montos adicionales a las subas por movilidad es continuo desde hace un año, y el tema comienza de a poco a ser materia de reclamos judiciales, con demandas que tienen como principal argumento no el achatamiento de la pirámide -un factor que actúa como un desincentivo a la formalización-, sino la pérdida de poder adquisitivo que acumulan los jubilados y pensionados excluidos de esos refuerzos. El bono es visto como un reconocimiento, por parte del Estado, de la insuficiencia de las recomposiciones según el índice de movilidad.
Desde este mes y hasta noviembre, la persona del segundo ejemplo del primer párrafo está alcanzada por el refuerzo de $37.000 anunciado por el ministro de Economía, Sergio Massa, dos semanas después de la devaluación oficial que aceleró la inflación. La persona del primer ejemplo, en cambio, no recibe bono. El refuerzo es recibido de manera completa por quienes tienen un ingreso de hasta un haber mínimo, en tanto que quienes perciben hasta $124.459,76 (por una o más prestaciones), cobran lo que haga falta para llegar a esa cifra; por ejemplo, con un haber de $100.000, hay un extra de $24.459,76.