Internas en el gabinete económico de Macri

El Presidente asumió que fijó metas de inflación demasiado optimistas, que debió corregir.

Según publicó el diario La Nación, los aliados internos de Peña son el vicejefe de Gabinete Mario Quintana y los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne, y de Finanzas, Luis Caputo. Hubo furiosas discusiones entre Quintana y Sturzenegger nunca desmentidas. Macri avaló a Peña, pero no le quitó respaldo al titular del BCRA.

La grieta se abrió cuando ese 28 de diciembre Peña y Dujovne forzaron a Sturzenegger a modificar la meta de inflación de 2018 de 10 a 15% y a bajar la tasa de interés de las Lebac para impulsar la actividad económica. Querían un poco más de inflación, pero con crecimiento para compensar el ajuste de tarifas del primer semestre de 2018 y acotar los costos políticos.

Es por ello que el Presidente dijo que ahora habrá que «tener en cuenta que el Banco Central es independiente y esa coordinación tiene que ser sin vulnerar esa independencia, cosa que nunca ha pasado en la historia argentina».

La corrida cambiaria tras la suba de tasas en Estados Unidos, la falta de confianza en la capacidad de financiamiento por el abultado déficit fiscal, la devaluación del 35% del peso desde diciembre y la necesidad de un acuerdo con el FMI hicieron recapacitar al «dream team» económico. Macri transmitió ayer la señal de que entendió la lección.

También el Presidente se reprochó las metas ambiciosas y demasiado optimistas de inflación. Esa crítica pareció dirigida a su exministro de Hacienda Alfonso Prat-Gay, autor del modelo. Macri dijo ayer: «Por mi temperamento siempre he sido muy optimista, quizá me puse metas ambiciosas».

Prat-Gay siempre tuvo una relación tormentosa con Quintana y con Peña. Quintana dijo en una conferencia en el Club Político Argentino que aquellas metas eran «incumplibles» y pareció responsabilizar a Prat-Gay, ahora con el diario del lunes.

«A fin de año quisimos corregir ese error, tal vez tarde, ahora tenemos un problema en el mercado», agregó Quintana. La referencia de Macri y de Quintana pareció una devolución de atenciones por recientes críticas de Prat-Gay ante las turbulencias cambiarias: «Ir al FMI es un fracaso de la política y de la dirigencia política», había dicho.

Con la paz recuperada, Macri indultó a Sturzenegger y a Dujovne. Ratificó a todo el equipo económico y dijo que no habrá cambios en el gabinete. Sobre Dujovne, destacó su «seriedad y profesionalismo» y dijo que negocia con el FMI en forma «profesional y técnica».

Sobre Sturzenegger, lo avaló al decir: «En esta nueva etapa vamos a delegar como corresponde la responsabilidad de la baja de la inflación en el Banco Central y él nos ira comunicando las medidas y los pronósticos que tiene».

Macri esbozó una autocrítica a sus primeros pasos en la presidencia: «Yo no siento como sociedad que podíamos afrontar un ajuste profundo desde el primer día», dijo, y agregó que «no era tan bueno hablar de lo mal que estamos» para evitar pesimismo en la gente.

También prometió que con la ley de defensa de la competencia habrá más control de la inflación y en la formación de precios.

«Vamos a estar muy atentos a las avivadas», dijo. Antes renunciaba a cualquier control de precios. Teme que la suba del dólar se traslade a la canasta básica. Se comprometió a reducir el déficit y a «acelerar esa tarea entre todos». La velocidad no era suficiente, dijo. Otra revisión a su gestión: apenas asumió aumentó la estructura de cargos un 25% y no contuvo el gasto en obra pública, algo que modificará.

 

Volver arriba