Gestiones de la Casa Rosada para concretar un encuentro Macri-Carrió

Macri habló de este tema con algunos colaboradores a los que les dio la tarea de «escucharla». La pregunta fue directa: ¿sirve más afuera o adentro? Nadie dudó. «El costo-beneficio es claro», destacó uno de los responsables de contener a la líder de la Coalición Cívica.

«No voy a romper Cambiemos», dijo Carrió en el programa Mesa Chica del canal LN+ pero en relación con un encuentro con Macri dijo que «hay que dejar pasar el tiempo».

Si bien ya se cruzaron hace seis días en el Centro Cultural Kirchner, acto en el que la diputada lanzó que se «amigará con Macri cuando me lo saque a Garavano «, los enviados del Presidente ya se pusieron en contacto con el círculo íntimo de Carrió para avanzar con un encuentro que, en principio, sería en los últimos días de este mes.

Pese a que presentó el pedido de juicio político contra el ministro de Justicia, cerca del Presidente resaltaron que Carrió mantiene una buena relación con los máximos exponentes del macrismo, como el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Aunque también es cierto que desde que estalló el escándalo ninguno de los tres la llamó para intentar acercar posiciones.

«Se equivocó, pero acá no se rompe nada. Cambiemos está firme», admitió uno de los hombres a los que Carrió estima, según hizo público en los últimos días.

La diputada presentó el pedido de juicio político contra Garavano por «mal desempeño y eventuales delitos en el ejercicio de sus funciones», sin el apoyo de sus socios de Cambiemos ni de la oposición. Esa soledad también dejó a todos tranquilos en la Casa Rosada. En los principales despachos del Gobierno estimaron que en pocos días todo comenzará a diluirse y quedará en el pasado.

Pese a la embestida, Macri respaldó al ministro. Esa señal de fortaleza interna hizo que algunas de las espadas legislativas del macrismo salieran a cruzar la acusación de sus socios. Pablo Tonelli, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, calificó la solicitud de juicio político como una «exageración», mientras que Daniel Lipovetzky, presidente de la Comisión de Legislación General, sostuvo que «no tiene ningún fundamento».

La respuesta de la Coalición Cívica fue lapidaria. «También consideraban una exageración cuando Carrió decía que los Kirchner se habían robado 15.000 millones de dólares», disparó Marcela Campagnoli. Y, en diálogo con El Destape, agregó: «Actuamos conforme a la representación que tenemos».

También habló el diputado Juan Manuel López, quien reconoció que por la falta de apoyo del oficialismo y la oposición será difícil que el juicio político prospere. «Sabemos que es difícil, no va a ser algo que alcance consenso», dijo el legislador a Radio Mitre.

La tensión por los cruces mediáticos no impacta en la cúpula del Poder Ejecutivo, según aseguraron cerca de Macri. El Presidente, si bien está «molesto» con Carrió, sabe que se trata de un «berrinche» y le pidió a Garavano que «se la aguante».

«La relación entre Macri y Carrió está igual que siempre. Garavano es una víctima inocente. Carrió sabe que cruzó un límite con Germán, pero ya no puede retroceder», analizó un hombre que conoce el pensamiento de la diputada.

Algunos de los funcionarios que más diálogo tienen con Carrió consideran que, además de Garavano, el objetivo es también «marcarles la cancha» a los radicales. Con el juicio político en el Congreso -Garavano se sumó al listado que incluye a Macri, Peña, Patricia Bullrich (tiene el récord con seis pedidos) y Oscar Aguad-, en el Gobierno estimaron que se cerrará el asunto o por lo menos bajará la intensidad que mostró hasta ahora. Eso sí, el paso del «huracán Carrió» dejó algunos heridos en el círculo íntimo del Presidente.

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