La Argentina se sumó a una condena global a la invasión de Rusia a Ucrania en la ONU, que exigió el fin inmediato de la ofensiva militar

La Argentina se sumó a una condena global a la invasión de Rusia a Ucrania en la ONU, que exigió el fin inmediato de la ofensiva militar

La Asamblea General aprobó una resolución que “deplora” la invasión con el apoyo de 141 países; hubo 34 abstenciones, entre ellas, la de China

WASHINGTON.- En una votación histórica, la Argentina respaldó una resolución aprobada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que “deplora” la invasión de Rusia a Ucrania, exige a Moscú que “ponga fin de inmediato al uso de la fuerza” y se retire del territorio ucraniano, en la condena global más contundente que recibió la incursión militar ordenada por Vladimir Putin.

La resolución, debatida en una sesión especial de la Asamblea General, recibió el voto a favor de una amplia mayoría de 141 países, y tuvo solo cinco votos en contra: Rusia, Siria, Bielorrusia, Corea del Norte y Eritrea, todos países bajo el control de regímenes autoritarios. Otras 34 naciones se abstuvieron, entre las que sobresalió China, aliada de Rusia, que se ha negado a plegarse a la ofensiva de las otras potencias globales contra Moscú.

El voto de la Argentina reafirmó el giro del gobierno de Alberto Fernández, que había condenado ayer en la sesión especial la invasión de Rusia y había exigido a Moscú, en los mismos términos que la resolución, que cese “inmediatamente” su ofensiva militar, que ha desplazado ya a más de 800.000 personas del país y mantiene bajo un agresivo asedio a la capital, Kiev. La Argentina fue uno de los casi 100 países que patrocinaron el documento.

La sesión especial de la Asamblea General había sido convocado luego de que Rusia vetó en el Consejo de Seguridad de la ONU una condena a la invasión. Rusia es una de las cinco potencias globales que tiene poder de veto en ese órgano, junto con Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y China. Ante el bloqueo de Moscú, los aliados occidentales recurrieron a la Asamblea General en busca de una condena global en una muy atípica sesión especial: fue la 11º reunión de esa naturaleza en la historia del organismo.

“La #UNGA ha hablado y el mensaje es alto y claro. Poner fin a las hostilidades en Ucrania, ahora. Silenciar las armas, ahora. Abrir la puerta al diálogo y la diplomacia, ahora”, celebró el secretario General de la ONU, António Guterres.

La resolución, que no es vinculante, “reafirma su compromiso con la soberanía, la independencia política, la unidad y la integridad territorial de Ucrania”, y “deplora en los términos más enérgicos la agresión cometida por la Federación de Rusia contra Ucrania”, a la vez que exige a Rusia “ponga fin de inmediato al uso de la fuerza contra Ucrania y se abstenga de recurrir a cualquier otra forma ilícita de amenaza o uso de la fuerza contra cualquier otro Estado Miembro”.

El texto también “deplora la participación de Bielorrusia” en la invasión a Ucrania, y “condena todas las violaciones del derecho internacional humanitario y las violaciones y abusos de los derechos humanos”.

La postura argentina

“La República Argentina condena la invasión a Ucrania y reitera a la Federación Rusia que cese inmediatamente en el ilegítimo uso de la fuerza, así como las operaciones militares en territorio ucraniano”, dijo ayer la embajadora argentina ante las Naciones Unidas, María del Carmen Squeff, en un mensaje de poco menos de seis minutos.

En su discurso, Squeff llamó a la cooperación y pidió desescalar el conflicto para llegar a una “solución a través del diálogo político”. Pero reiteró la “importancia de defender” la carta de las Naciones Unidas y el respeto por el derecho de las relaciones internacionales, y remarcó que ninguna incorporación de territorio puede ser legal “a partir del uso o la amenaza del uso de la fuerza” y pidió el reconocimiento de todas las normas del derecho internacional.

“Hemos insistido en que en momentos como este es imprescindible repetir la importancia de defender a la Carta de las Naciones Unidas y el respeto por la preeminencia del derecho en las relaciones internacionales”, indicó la diplomática. “Ninguna adquisición territorial puede ser reconocida como legal a partir del uso o la amenaza del uso de la fuerza. Es la lógica consecuencia del respeto por la soberanía e integridad territorial de todo estado”, agregó.

El discurso ante la Asamblea General reafirmó el giro del gobierno de Alberto Fernández, que inicialmente se mostró renuente a condenar la ofensiva militar de Putin y se limitó a abogar por resolver el conflicto a través del diálogo. El Gobierno había quedado en una posición incómoda luego de la visita de Fernández a Moscú, donde dijo que quería reducir la dependencia de la Argentina de Estados Unidos y le dijo a Putin que el país tenía que ser “la puerta de entrada a América Latina” para Rusia. Estados Unidos, que respaldó al Gobierno en la negociación con el Fondo Monetario Internacional, había hecho saber que miraría de cerca las posturas oficiales.

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