Con la inflación sin visos de aflojar, tres gremios de peso reabrirán antes del fin de año sus acuerdos salariales de 2022 en tren de no quedar desfasado ante los aumentos de precios. Se trata del Sindicato de Empleados de Comercio, la Asociación Bancaria y la Unión de Trabajadores Rurales (Uatre). Entre las tres entidades representan a unos dos millones de trabajadores registrados. Los dirigentes sindicales y las cámaras empresarias de cada sector aguardan la convocatoria oficial del Ministerio de Trabajo, a cargo de Kelly Olmos, para retomar la negociación.

La Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS) acordó hace tres meses junto a la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Confederación de la Mediana Empresa (CAME) y la Unión de Entidades Comerciales (Udeca) adelantar para agosto el 10,5% de la paritaria previsto para enero 2023, en función de la aceleración de los precios de estos últimos meses, y también estableció una nueva revisión para comienzo de año.

En abril, se había convenido una suba de 59,5% anual a pagarse en siete cuotas. Inicialmente, el cronograma de los pagos del aumento era de la siguiente manera: 6% en abril; 6% en mayo; 6% en junio; 10% en agosto; 10% en septiembre; 11% en noviembre, y 10.5% en enero 2023. Ese esquema ahora se alteró por la dinámica inflacionaria. Comercio es el sindicato más numeroso del país, con más de un millón de afiliados. El gremio que lidera Armando Cavalieri apuesta a obtener un aumento porcentual teniendo en cuenta que el trato quedó por debajo de la inflación.

El caso de los bancarios es diferente al de Comercio. Tienen pendiente la última revisión del año, pero también apuestan a dejar planteado su rechazo a las quitas por el impuesto a las ganancias. Sergio Palazzo, jefe de la Bancaria, acordó en septiembre pasado un aumento salarial del 94,1% al que se podría adicionar ahora entre 5 y 10 puntos porcentuales más. “Vamos a pedir el faltante para cubrir la inflación interanual de enero a diciembre”, dijeron fuentes sindicales.

El otro gremio que retomó las conversaciones es la Uatre, que reúne a unos 400.000 trabajadores. José Voytenco, líder d ela Uatre, mantuvo la semana pasada un encuentro con el titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, para avanzar con las negociaciones. Pide la reapertura de las paritarias para los peones rurales, algo que ya oficializó en el Ministerio de Trabajo, y un bono de fin de año de 100 mil pesos.

La Uatre está en medio de un tenso proceso electoral en el que habrá competencia por primera vez desde 1991. Voytenco buscará el 21 de diciembre revalidar su poder mientras que Pablo Ansaloni, presidente de la obra social, intentará desbancarlo. El comicio se desarrollará en un contexto nublado de sospechas por el crimen del chofer de Ansaloni a manos de un grupo narco.

La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) también está en plena negociación, al borde de un conflicto. Después de un mes de tratativas, no hubo aún acuerdo con las cámaras empresarias. Los metalúrgicos reclaman un incremento adicional de 46 puntos porcentuales para el cuatrimestre comprendido entre diciembre de 2022 y marzo del año próximo. Con ello llevarían el incremento, de punta a punta, al 111% de aumento. Además, exigieron el pago de un bono extraordinario de 50 mil pesos.