Cierre de listas: el Gobierno y el kirchnerismo jugaron fuerte para dejar un escenario más polarizado

Errores propios, egos y una enorme incapacidad para sostener una alianza que proponía un camino alternativo al macrismo y al kirchnerismo provocaron que la diáspora de Alternativa Federal fuera profunda. Sergio Massa y Pichetto fueron los estandartes de la huida.

Pero también complotó contra la tercera vía la resistencia de Roberto Lavagna a someterse a una interna. Incluso, la alianza entre Lavagna y el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, estuvo al borde de la desintegración ¿La razón? El encastre de fuerzas tan distintas en ese espacio puso en crisis el cierre de listas.

Mientras, el oficialismo y el kirchnerismo jugaron fuerte para angostar la «avenida del medio», al seducir a sus dirigentes.

No solo eso. Hubo un par de jugadas sorpresivas para dejar fuera de competencia a los candidatos más chicos: Pichetto selló una alianza con el partido UNIR, que lidera Alberto Asseff y que era el sustento legal con el que preveía inscribir su candidatura presidencial el economista José Luis Espert.

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En ese código también se lee la decisión de Macri de recibir al exministro de Cultura porteño Darío Lopérfido, que quería candidatearse en la ciudad pero se bajó. Aquellos que quisieron intentar una aventura política por fuera de las dos principales alternativas terminaron rendidos.

«El medio está liquidado. Apuntamos a la primera vuelta», expuso sin reparos uno de los integrantes del equipo de campaña de Juntos por el Cambio.

«Sin duda jugaron a la polarización. Estaban desesperados por licuar el medio», analizó Alejandro Katz. Según el ensayista, «el armado de las listas confirma la conformación de coaliciones que expresan con mucha claridad a dos sectores totalmente diferentes de la Argentina».

Y agregó: «De un lado hay una coalición que expresa a la Argentina exportadora, rica, globalizadora, representada por Mendoza, Entre Ríos, Córdoba y el interior de Buenos Aires. Y la otra, que es la de los conurbanos, que está orientada al mercado interno. Están enfrentados los dos modelos».

Alianzas amplias

La amplitud de la alianza política que tejió el Gobierno llevó inevitablemente a que Pro resignara espacios en las listas para hacerles lugar a sus socios. Se dio, por ejemplo, con la Coalición Cívica (CC), que ganó varios lugares en las nóminas.

La incorporación de Pichetto y, junto con él, el ánimo de sumar espacios de raigambre provincial o de extracción peronista también tuvieron su correlato en los armados.

Varios espacios políticos que quedaron huérfanos migraron hacia uno y otro lado de la «grieta». Fue así como Macri sumó a la senadora del Movimiento Popular Neuquino (MPN) Lucila Crexell. Y que el peronista correntino Carlos «Camau» Espínola visitó la Casa Rosada.

«Lo que veíamos eran dos polos bien definidos y que el medio se fue estrangulando… Las listas colaboraron con la polarización», aseguró otro de los integrantes del selecto club, que tenía voz, pero no voto, en el armado oficialista.

Los optimistas de la Casa Rosada estiman que, ante un resultado parejo en las PASO con el kirchnerismo, el caudal de las fuerzas alternativas se volcará hacía el voto útil.

En el Frente de Todos, que encabezan Alberto Fernández y Cristina Kirchner, la estrategia fue similar. Massa fue el principal tesoro que se robó Alberto Fernández. Con el exalcalde de Tigre nuevamente dentro del kirchnerismo se afianzó la oferta de ese espacio, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, la madre de todas las batallas.

Pero no fue el único caso. Se oficializó que el presidente de San Lorenzo, Matías Lammens, será el precandidato a jefe de gobierno porteño. La política tradicional le cedió ese espacio a un extrapartidario para batallar contra Horacio Rodríguez Larreta.

Además, se definió que Mariano Recalde sea primer candidato a senador nacional por la Capital, mientras que la lista de candidatos a diputado nacional será encabezada por Fernando «Pino» Solanas o por Victoria Donda. Así, Lammens emerge como la cara nueva en una alianza en la que convergen Unidad Ciudadana, el PJ, Somos (de Donda) y Proyecto Sur. Nuevamente, la amplitud del espacio fue lo que se impuso.

En muchas provincias, además, el Frente de Todos logró alinear a los principales referentes del PJ.

«En este escenario, la grieta va a seguir, no hay una tercera vía que valga. La elección será entre capitalismo y anticapitalismo, entre más mercado o menos mercado», describió Marcos Novaro. Para el sociólogo e historiador, una clara ganadora en el extenso proceso electoral fue Cristina Kirchner. «La unidad del peronismo en las provincias le funcionó», aseguró, y añadió: «Hay un voto moderado peronista al que todos apostaron».

Ante este escenario, Massa se rendía días atrás. «Es un tiempo en el cual cada uno de nosotros tiene que tener una dosis de humildad y un reconocimiento de hasta dónde le da la capacidad para pelear», dijo el tigrense cuando anunció que no sería precandidato a presidente. De aquí hasta los comicios todo estará bañado por la hiperpolarización.

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