El Gobierno relativiza el impacto de la variable delta en las PASO y busca instalar que lo peor de la pandemia ya pasó

El Gobierno relativiza el impacto de la variable delta en las PASO y busca instalar que lo peor de la pandemia ya pasó

Según publicó el diario La Nación, el avance en el plan de vacunación despeja las dudas sobre el impacto de la variable delta en el cronograma electoral. Con el 67,2 por ciento de los mayores de 50 años vacunados con el esquema completo, desde el gobierno nacional relativizaron el impacto de la variable que se descubrió en la India y que encendió la alarma en todo el mundo en el combate contra el coronavirus.

Así, cuando restan pocos días para las PASO, la Casa Rosada proyecta que la suba de contagios comenzará recién en “varias semanas”, lo que aclara el camino sobre cómo impactará el virus sobre uno de los máximos interrogantes alrededor de los comicios, el ausentismo. Pese a la apatía que muestran prácticamente la totalidad de los encuestadores, cerca del presidente Alberto Fernández aseguraron que no será significativo el voto ausente.

Desde hace semanas el Gobierno busca instalar que lo peor de la pandemia ya pasó. En esa línea se inscriben las últimas decisiones sobre la vuelta del público en el fútbol y la autorización para evitar la cuarentena para las personas que hayan “viajado al exterior por razones laborales o comerciales”, siempre y cuando acrediten el esquema de vacunación completo.

Más allá de la cuestión electoral, el principal objetivo de la vacunación es evitar que la suba de casos se traduzca en un aumento de la mortalidad. Como dato revelador, el 90% de los fallecidos durante este año tenían más de 50 años, población que ya se acerca al 70% de la vacunación completa.

Tanto es así que, en el Ministerio de Salud, a cargo de Carla Vizzotti, a partir de ahora la medida para definir medidas más restrictivas será la ocupación de las camas de terapia intensiva, que ayer estaban en un 47%.

En medio de la campaña electoral, el gobierno nacional busca también que los efectos de la cuarentena sean revalorizados. En este escenario, pese al impacto de las restricciones en la economía, desde Balcarce 50 pusieron énfasis en resaltar que los cuidados forzados, que decretó el jefe del Estado durante prácticamente todo el año pasado, sirvieron para evitar muertes.

“Cuidarse tuvo sentido. La sociedad argentina puede estar orgullosa de su esfuerzo por el cuidado. Los datos de 2020 muestran ese logro colectivo”, sostuvo a LA NACION el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.

Según los datos que publicó Our World in Data, en la Argentina durante 2020 fallecieron 12,6% más personas que en el promedio de los últimos cinco años previos (2015-2019); la diferencia es de 36.000 muertes. Perú, por ejemplo, registró un incremento de 92,9%; Ecuador, 63,2%; México, 50,9%; Colombia, 30,9%; Estados Unidos, 20,5%; Brasil, 19,8%, mientras que el promedio mundial fue del 14,3%.

Si en lugar de un 12,6% de exceso de mortalidad en 2020 la Argentina hubiera tenido, por ejemplo, un 20%, el total de fallecidos sido 15.000 personas más. Si hubiera tenido un 30%, serían 56.000 más.

 

“Es difícil de decir con más de 100.000 fallecidos, pero para una pandemia son números positivos. La mortalidad que se vio de más es la mortalidad propia de una pandemia”, dijo la directora Nacional de Epidemiologia e Información Estratégica, Analía Rearte.

Los datos refieren al “exceso de mortalidad”, que incluye al número de muertes por todas las causas durante una crisis, catástrofe o, como en este caso, en una pandemia, que superan al promedio de los fallecidos durante un periodo de varios años en condiciones de normalidad.

Otro de los puntos de comparación que destacaron desde el gobierno nacional fue que el sistema de salud pudo resistir sin colapsar. Gran parte del salto de muertes durante la pandemia que registran países como Italia o España se debe justamente a la saturación del sistema de salud, lo que generó picos.

“Tienen picos de 150% más de mortalidad en algunos meses, lo que marca ese exceso es que se saturó el sistema de salud. Nosotros no tuvimos pico, el sistema de salud pudo dar respuesta. La cuarentena tuvo un efecto positivo”, agregó Rearte.

La semana pasada, con la llegada de 900.000 dosis de Moderna, la Argentina alcanzó las 50.261.120 dosis. De ese total, 14.693.420 son vacunas Sputnik V; 10.955.260 del primer componente (de las cuales 1.179.625 fueron producidas por Richmond) y 3.738.160 del segundo componente (395.000 fueron elaboradas en ese laboratorio nacional). De la firma AstraZeneca, el país ya cuenta con 13.939.700 vacunas entre las 580.000 de Covishield, las 1.944.000 recibidas por el mecanismo Covax, 10.204.700 provistas directamente por el laboratorio, 400.000 donadas por España y 811.000 por México.

En tanto, 17.928.000 son del laboratorio Sinopharm, 200.000 de Cansino, y 3.500.000 de Moderna donadas por EE.UU. De acuerdo al Monitor Público de Vacunación, se distribuyeron 46.729.374 dosis de vacunas y se aplicaron 41.305.344.

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