Guzmán afirmó que su impuesto no generará “doble imposición” y le contestó a los alfiles de Cristina Kirchner

Guzmán afirmó que su impuesto no generará “doble imposición” y le contestó a los alfiles de Cristina Kirchner

El ministro participó de un encuentro económico en Neuquén; afirmó que no se mete en “cuestiones de poder” y aseguró que se enfoca “100% en la gestión”; cambio de proyecciones en el acuerdo con el Fondo

NEUQUÉN.– El ministro de Economía, Martín Guzmán, defendió el impuesto a la renta inesperada que impulsa su gestión y aseguró que no genera una “doble imposición”. Ratificó además que no se recalibrarán las metas del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) aunque sí algunas proyecciones, como la de la inflación. Se mantuvo firme en la postura de su rumbo económico, en un claro mensaje para las disputas internas del oficialismo, y contestó: “Me concentro 100% en la gestión”.

En el marco de su participación en Pulso 2022, un congreso de economía celebrado en esta provincia, el funcionario explicó las causas externas que contribuyen a la aceleración del proceso inflacionario, que incluyen el shock de la pandemia y su impacto en la retracción de la demanda y una oferta que no supo acompañar el crecimiento del consumo a partir de políticas expansivas del Estado.

Fue más cauto al explicar las causas domésticas de la suba de precios, y aseguró que es necesaria atacar un proceso multicausal con una política macroecónomica que se sostenga a largo plazo. En ese marco, envió un mensaje a las líneas más duras del kirchnerismo con una defensa de su plan macroeconómico. “Marcamos un rumbo y vamos a continuar por es rumbo”, dijo y defendió lo resultados de la Argentina al aclarar que hay un mayor ingreso de divisas por un mayor caudal de exportaciones y una reducción del déficit fiscal.

Guzmán también se refirió al acuerdo con el FMI y explicó que Argentina cumplió con las metas estipuladas para la primera revisión del organismo financiero y que desde el gobierno nacional buscan continuar una política económica “para seguir cumpliendo”, aunque admitió que se pueden modificar las proyecciones en algunos aspectos, como las metas de inflación.

El futuro del cepo

Consultado sobre la política cambiaria y la posibilidad de unificar el tipo de cambio, señaló que buscan generar un esquema de regulación de capitales diferente para desalentar la especulación y fomentar la inversión productiva. Sentado ante un auditorio de empresarios vinculados a la energía, afirmó que ya se está trabajando en un plan de regulación de capital específico para el sector energético. “Es un primer paso de un número de pasos para ir normalizando”, dijo el ministro.

Guzmán cargó contra la bicicleta financiera entre 2015 y 2019 a partir del ingreso de dólares para invertir en Lebacs y aseguró que, al inicio de su gestión, más de US$12.000 millones quedaron atrapados en pesos en ese sistema. “No venían a abrir una fábrica, querían retorno financiero a corto plazo”, aseguró.

El ministro se refirió también a la brecha cambiaria y señaló que la diferencia pasó de 120% a 75% en algunos meses y aclaró que el valor de la divisa en el mercado paralelo no refleja la realidad de los ingresos de los argentinos. “Si se traduce el PBI per cápita al cambio paralelo, Argentina tendría un ingreso de US$5000 o US$5500″, dijo y agregó: “La Argentina no es un país de ingresos bajos, es un país de ingresos medios”.

Aunque durante toda la exposición trató de imponer un tono analítico, donde pesaron más las explicaciones técnicas de la economía sobre las posturas políticas, sí ofreció una respuesta final, también evasiva, sobre su postura frente a las críticas que recibió de los sectores más identificados con la vicepresidencia.

Respuesta a los cristinistas

“Me concentro 100% en la gestión y trato de no inmiscuirme en cuestiones de poder”, dijo y agregó que su principal motivación es trabajar para “tranquilizar” la economía en un escenario difícil y potenciado aún más por la pandemia y la guerra.

Guzmán deslizó algunas críticas a la gestión anterior y también realzó posturas de la administración de Alberto Fernández. En ese marco, aclaró que Argentina ganó terreno en un nuevo escenario geopolítico en donde su potencial para exportar energía se convirtió en un valioso activo para el país. Relató que, en sus viajes al extranjero, la Argentina solía pensarse solo en términos de deuda. Sin embargo, en un reciente viaje a Washington, sus interlocutores internacionales veían el potencial energético argentino como una herramienta para satisfacer una demanda creciente. Consideró esta nueva posición como una oportunidad para la transformación productiva y macroeconómica.

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