Alimentos: almacenes y autoservicios, preocupados para reponer lo vendido el fin de semana

Alimentos: almacenes y autoservicios, preocupados para reponer lo vendido el fin de semana

Cuentan que la semana pasada hubo aumentos de precios a más velocidad que en las previas; temor por el impacto que tendría una nueva suba del dólar

CORDOBA.- La extensión de la incertidumbre con respecto a cómo seguirá el Gobierno se suma al proceso inflacionario y de restricción a las importaciones que ya se venía arrastrando y tiene a los comerciantes preocupados de cara a la semana que comienza. “No sabemos qué va a pasar cuando levantemos las persianas. La semana pasada ya fue un bombardeo de aumentos. Para graficarte, una empresa mandó dos listas diferentes en un día. Estamos sin rumbo hace varios meses. No hay cabeza de mando hace tiempo. Abriremos igual, nos tocará perder o empatar”, Héctor González Paván, presidente de la Confederación General de Almaceneros de la República Argentina.

Viene negociando desde hace varios años con el área de Comercio Interior -desde cuando Dante Sica era ministro de la Producción- y se lamenta de que en el tiempo no hubo cambios importantes: “Nunca hubo un plan que nos permitiera dirigir la mirada. Es horrible la situación, no solo para nosotros, sino para el consumidor que no llega a nada. En el interior nunca hubo Precios Cuidados ni nada”, define.

Las redes sociales mostraron en la tarde del domingo -mientras en Olivos seguían las negociaciones para el reemplazo de Martín Guzmán- que hubo un aumento de la demanda en centros comerciales y supermercados, no por un boom de consumo, sino porque la incertidumbre exacerbó el interés por desprenderse de los pesos.

Germán Romero, presidente del Centro de Almaceneros de Córdoba, insiste en que esos locales no pueden dejar de vender, aun no sabiendo a cuánto repondrán, “porque se vive en el día a día; no hay margen para otra cosa”. Ratifica que hace varias semanas que “luchan” con los proveedores porque “dejan la mitad de la mercadería pedida con una lista de precios y, después, hacen otra descarga, con otra lista”.

Desde la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires, su titular, Fernando Savore, subraya que la “incertidumbre” se explica porque lo que pase con el dólar -sumado a la falta de gasoil- incide “directamente” en los precios. “Seguramente nos encontraremos con que cuando vayamos a reponer la mercadería vendida el fin de semana no habrá productos o estarán a otro precio. Pedimos no desabastecer, pero reconozcamos que está en juego nuestra propia subsistencia”, grafica.

Él y Romero coinciden en que para los consumidores el fin de mes es “el 15, a lo sumo el 18. No llegan. Es todo por mitad, llegan a mitad de mes, a la mitad de las compras”.

En Córdoba, por ejemplo, el fiado tiene un 40% de incidencia y no muestra evolución casi en cinco años porque se expandió el uso de las tarjetas básicamente durante la pandemia.

En Rosario, Juan Milito, titular del Centro de Almaceneros, no cree que estén “dadas las condiciones para que las empresas puedan dejar de abastecer”; sí advierte que antes de la renuncia de Guzmán, una láctea de primera marca anunció que el martes aumentará 6,5% y el viernes pasado una cervecería líder incrementó 10%.

Los supermercadistas regionales comparten la preocupación de los comerciantes más chicos. Coincidieron en que, hasta ahora, no recibieron advertencias de los proveedores, pero no descartan que sí pueda haber demoras en la entrega de algunos productos. “No creemos que la situación vaya a pasar a mayores”, confió la fuente.

Una década de aumentos

En una década -entre mayo de 2012 y el mismo mes de este año- los 17 alimentos claves de la Canasta Básica aumentaron 3133%. Le ganaron por lejos al 1796% de la jubilación mínima; al 1593% del salario mínimo y al 2574% el valor del dólar oficial. Los datos se desprenden de un estudio del Departamento de Estadísticas y Tendencias del Centro de Almaceneros de Córdoba.

En el ranking de los productos, parece a la cabeza la polenta instantánea, el paquete de 750 gramos subió 4811%. Le siguen el kilo de yerba con palo con un alza de 4.712% en una década; el kilo de café molido torrado se incrementó 4285%; el kilo de carne vacuna, 4117%; el aceite de girasol, de 900 mililitros, 3704%; la docena de huevos blancos, 3.200%.

El kilo de queso cremoso aumentó en ese período 3.187%; el litro de leche entera (3.186%); el frasco de mermelada, de 454 gramos, 3.142%; el kilo de pollo fresco, 3.085% y el de pan francés, 3.043%.

Entre 3.000% y 2.000% aumentaron el kilo de harina de trigo (2.706%); el de arroz largo fino (2.505%); el de carne de cerdo, (2.470%) y el de azúcar blanco tipo A (2.071%). Por debajo de 2.000% quedaron solo el kilo de papa negra, 1900% y los 500 gramos de fideos secos, 1.134%.

El trabajo, además, incluye ejemplos gráficos de la pérdida de poder adquisitivo en los diez años analizados. Mientras en mayo del 2002 con un salario mínimo se compraban 60 kilos de carne vacuna, en el mismo mes de este año fueron 24; de 467 litros de leche entera se pasó a 240 litros. En el caso de la yerba mate, en el camino se perdieron 120 kilos (de 185 quedaron 65 kilos) y tomando un pollo fresco de dos kilos, hoy se compran 44 unidades menos que en 2002 y 101 kilos menos de pan francés.

El informe incluye también algunos bienes generales -integrantes de la Canasta Básica Total- entre los que el gas envasado por 10 kilos lideró el ranking con un incremento de 4.310%, mientras que la nafta súper, con una suba de 1.940%, fue el ítem con menor crecimiento en 10 años.

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