Si demoran las definiciones, crecen las chances de abrir la semana con un feriado cambiario

Si demoran las definiciones, crecen las chances de abrir la semana con un feriado cambiario

Es una de las alternativas en carpeta si no se conocieran los nombramientos hasta antes de la apertura del mercado

La posibilidad que la semana arranque con un feriado cambiario crece a medida se demoran las definiciones en torno al sucesor de Martín Guzmán, al frente del ministerio de Economía, y el posible rediseño del Gabinete y los esquemas de funcionamiento del mismo.

La alternativa está en carpeta, aunque, si dependiera de la actual conducción del Banco Central (BCRA), es de las menos recomendables.

Sólo se resolvería algo en ese sentido mañana si el Presidente no definió el reemplazo o los cambios antes de la apertura del mercado, admiten a regañadientes, en parte, porque eso significaría que ni ellos tienen la certeza de continuar en sus cargos.

Miguel Pesce no tiene previsto renunciar a la presidencia de esa entidad. Pero, a la vez, no duda incluso en hacer trascender que, si el presidente Alberto Fernández se la pidiera, la obtendría de inmediato.

Es una forma de marcar diferencias con la forma en que definió su salida Guzmán, con quien había intercambiado mensajes el mismo sábado sobre “cuestiones de gestión” (como venían teniendo en la semana por la volatilidad financiera y por las operaciones de mercado que ese ente realizaba para tratar de estabilizar a los bonos CER) horas antes de ser sorprendido por el anuncio de su renuncia por Twitter.

En el marco del acuerdo firmado con el FMI, y dado el golpe de timón que dio en la última semana para hacer “su” aporte y cumplir con la meta de reservas, Pesce puede ser considerada como una figura importante si el Gobierno busca evitar un cambio abrupto en los interlocutores con el FMI. Después de todo, fue uno de los dos firmantes del acuerdo con ese organismo y tiene a su cargo dos de las metas principales que determinarán su cumplimiento: la de acumulación de reservas y el tope a la asistencia monetaria del BCRA al Tesoro.

Por lo pronto, la posibilidad de mantener cerrada la actividad cambiaria en tiempos de hipercepo y en una jornada que, al menos para la plaza oficial, podría tener un menor volumen dado el feriado por el festejo de la independencia en Estados Unidos, no se juzga deseable en las presentes circunstancias.

Alimentaría los temores a un salto correctivo para el tipo de cambio oficial como el de enero de 2014. A menos que el tiempo lo inviertan en un rediseño del Gabinete y en el anuncio de un miniplan, no parece una buena idea”, coinciden en el mercado.

El mayor temor está vinculado a la reacción que puedan tener en ese caso quienes mantienen depósitos en dólares en los bancos, colocaciones que se mantuvieron estabilizadas en los últimos tres meses e incluso venían de crecer algo más de 1% en junio (en unos US$ 200 millones).

Todo esto en un contexto en que ya quedó a la vista que ni el ajuste aplicado a comienzos de la anterior semana al cepo importador alcanza aún para equilibrar a la plaza cambiaria oficial (el viernes el BCRA debió vender US$190 millones), suponen, puede sumar más “ruidos” al mercado.

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