El 2 de enero pasado ese indicador -que mide la sobretasa que debe pagar la Argentina respecto de los bonos del Tesoro de EE.UU. para acceder al crédito externo- era de 347 puntos y su salto refleja la desconfianza por el alto peso de la deuda, un escenario económico recesivo e inflacionario, la volatilidad de los mercados globales y la incertidumbre política de cara a 2019.
La caída en el nivel de actividad (1,4% en nueve meses de 2018) que ahora le prende velas a una buena cosecha en el campo; un reaseguro fiscal -los US$56.300 millones del acuerdo con el FMI – que se termina en el primer semestre de 2021, y la incertidumbre política en torno de quién estará en la Casa Rosada desde el 10 de diciembre de 2019 son algunos de los nubarrones que complican el horizonte ante los ojos locales e internacionales.
Pese a la idea original del presidente Macri de «volver al mundo», los mercados globales le dieron la espalda y el crédito parece agotado. Algunos detonantes de la caída de confianza fueron internos: entre ellos, el cambio de metas de inflación del «28D» [por el 28 de diciembre de 2017], leído por muchos analistas como una intromisión de la política sobre la independencia del Banco Central; el crecimiento de la bola de Lebac, que superó los $1,2 billones, y los posteriores movimientos erráticos para contener el dólar que terminaron en la salida de Federico Sturzenegger de la entidad monetaria.
Desde el punto de vista internacional, la suba de tasas de la Fed (anteayer anunció una nueva alza, de 2,25% a 2,50%), que implicó la salida de capitales de los países emergentes hacia los mercados más desarrollados, terminó de complicar al país, que ya exhibía sus vulnerabilidades a nivel macroeconómico por sus tres déficits -fiscal, comercial y de cuenta corriente-, alta inflación y atraso cambiario.
La incertidumbre se abre hacia 2020, año en el que la Argentina deberá volver a los mercados voluntarios para conseguir al menos US$15.000 millones. El dólar, que se apreció más de un 100% en el año, tuvo su primer salto a fines de abril, cuando pasó de $20,50 a $25 a mediados de mayo. Una segunda corrida tuvo lugar a mediados de junio, cuando en una jornada pasó de $26,69 a $28,43.